El inicio de temporada del Real Madrid está siendo bastante complicado. Han pasado 12 partidos y Carlo Ancelotti sigue experimentando con la pizarra para encontrar una fórmula que haga funcionar al equipo. La pérdida de Toni Kroos (quien era el eje de la idea de juego) ha expuesto la poca profundidad de la plantilla merengue para afrontar esta etapa. A esto se suman las lesiones, que desde agosto de 2023 han atormentado al equipo. Sobre este último punto, me gustaría extenderme para hablar sobre lo que significa la lesión de Dani Carvajal.

La importancia de Carvajal

Carvajal, al igual que Federico Valverde, es un jugador capaz de realizar varias funciones en el campo a un alto nivel. De hecho, ha demostrado ser un lateral muy polivalente que, a sus 32 años, está experimentando un nivel de juego que lo ha colocado entre los posibles candidatos al Balón de Oro.

El fútbol es un deporte de relaciones: mientras los jugadores de un equipo sepan relacionarse entre sí, hay más posibilidades de jugar bien. La dupla que formaban Carvajal y Valverde era la mejor relación que tenía el Real Madrid en el campo. Dos jugadores que se complementaban muy bien, además de hablar el mismo «idioma futbolístico». Ambos se habían adueñado del sector derecho de la Casa Blanca.

Recordemos que Ancelotti, la temporada pasada, decidió cambiar el esquema para jugar con un 4-4-2 en rombo, «sin extremos». Esto le brindó un contexto ideal a Carvajal para demostrar sus cualidades ofensivas. En general, el Real Madrid, en los últimos años, se ha caracterizado por sobrecargar el juego por la izquierda, siendo esa la zona más asociativa del equipo, mientras que por la derecha se suele jugar de forma más profunda y directa.

Por ejemplo, el año pasado era muy común ver cómo el equipo se juntaba por la izquierda para atraer al rival. En el momento exacto en que se generaba un espacio lo suficientemente profundo por la derecha, Toni Kroos, a través de un cambio de orientación, activaba el desmarque en profundidad de Carvajal. Este mecanismo se repetía frecuentemente, dándole una mayor velocidad al ataque en el último tercio del campo.

El efecto

La ausencia de un jugador con estas características implica tener que modificar la estrategia (de nuevo), ya sea para mantener las cualidades que ofrecía el capitán blanco (ya sea con otro sistema o un jugador similar), o bien aprovechar su baja para replantear la idea de juego. Si bien existe la posibilidad de que el Real Madrid realice un fichaje en el mercado de invierno, algo que el club no hace desde 2018, hay un tramo de dos meses y 13 partidos donde el técnico italiano está obligado a adaptarse con lo que tiene en la plantilla.

Variantes

1- Primera opción: Lucas Vázquez. Vázquez es el sustituto natural de Carvajal, capaz de ofrecer características similares, por lo que no sería necesario modificar tanto la idea de juego. La cuestión es que no veo en Lucas un lateral que pueda mantener un nivel de élite durante todo este tiempo.

2- Segunda opción: Éder Militão. Esta variante, de desplazar al brasileño al lateral derecho, ya la hemos visto en años anteriores y me parece la más interesante. Militão es un jugador muy seguro defendiendo lejos de su portería, y a nivel ofensivo podría tener una función parecida a la que desempeña Jules Koundé en el Barcelona. Con esto, veríamos a Aurélien Tchouaméni jugar como central, donde parece sentirse más cómodo.

Esto llevaría a dos escenarios: el primero, que Valverde tenga que jugar como volante exterior para darle presencia al equipo por derecha, pero con esto estarías sacando a tu mejor pivote de posición. El segundo sería volver a jugar con tres delanteros, utilizando a Rodrygo como extremo derecho para que Valverde pueda jugar por dentro. El problema de esto sería poner a Rodrygo en una zona donde no se siente cómodo, además de que el equipo defendería con menos jugadores.

3- Tercera opción: Federico Valverde. Esta sería la opción más experimental, ya que, por sus características, Valverde es el jugador más cercano a Carvajal y ha desempeñado funciones similares en esa zona. Sin embargo, el desgaste físico podría pasarle factura, además de tener el mismo problema que en la segunda opción, tendrías que seguir dando minutos a la pareja Camavinga-Tchouaméni en el mediocampo, que no ha funcionado bien.

    Lo cierto es que, si la temporada ya estaba siendo complicada, Ancelotti tendrá dos meses en los que deberá ingeniárselas para hacer que este equipo juegue mejor sin una de sus piezas más importantes.

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    Periodista Deportivo || Magister || Especialista en el análisis táctico en: fútbol, baloncesto y fútbol americano